
La banalidad del mal
Uno puede estar o no de acuerdo con López Obrador pero una cosa es el análisis y otra el insulto. Esas ideas violentas de la derecha se escucharon también en boca de los golpeadores en el Estadio La Corregidora: “Que se mueran todos” gritaban mientras seguían pateando a quienes yacían inertes en el suelo.