
Represión al atardecer: 2 de octubre de 1968
Hoy no queda la memoria. Nos quedan los recuerdos de intensos días de lucha por un México sin desigualdades y con democracia. El camino es aún largo pero se caminó un buen trecho.
Hoy no queda la memoria. Nos quedan los recuerdos de intensos días de lucha por un México sin desigualdades y con democracia. El camino es aún largo pero se caminó un buen trecho.
El pueblo zoque, el pueblo que anima a escribir libros, a recordar el olvido, también irrumpe con su fortaleza cultural en nuestra contemporaneidad. Un pueblo, un Volcán, una Diáspora, un Libro: una Historia profunda que hace de Chiapas una tierra de excepcional riqueza humana.
En aquellas cafeterías universitarias, el café y la política estaban unidas. Se conversaba sobre los asuntos del país y del mundo alrededor de una mesa de café.
Una vez consolidada la ocupación española del Anáhuac y derrotada la Gran Tenochtitlán, los invasores dirigieron sus miradas hacia el norte y hacia el sur de la capital de la recién instituida Nueva España, la Ciudad de México.
No hubo sorpresas. Dado que el Presidente de la República diariamente habla de los logros de su gobierno, no hubo realmente nada nuevo que informar.
Hasta donde llega mi información y mi memoria, el Estado Mexicano nunca había reconocido un crimen de Estado.
Y el cinismo lleva a localizar las consecuencias de la desigualdad social en la violencia, se dice, que producen los que no tienen nada. ¡Deberían contemplar en paz su destino! Porque así lo decidió quien sabe quién. Por supuesto que es violencia la desnutrición y la mortandad infantil que con frialdad transmiten los noticieros.
¿Se desechará de una vez por todas el planteamiento de asimilar a las culturas originarias? ¿Se aceptará que la Nación bien puede constituirse como una unidad política pluricutural?
Mercedes Olivera se distinguía no sólo por su vivaz inteligencia sino por la emoción con la que comunicaba sus puntos de vista. Era intransigente en su análisis del llamado “sistema político mexicano” amén de que admiraba las luchas sociales en pro de la transformación de América Latina, el continente de la desigualdad social.