A 20 años de la Universidad Intercultural de Chiapas
Deseo lo mejor al Rector Javier López Sánchez, a la Universidad y su Comunidad toda. Que se inicie a 20 años de su fundación una época nueva, de luminoso destino y brillante porvenir.
Deseo lo mejor al Rector Javier López Sánchez, a la Universidad y su Comunidad toda. Que se inicie a 20 años de su fundación una época nueva, de luminoso destino y brillante porvenir.
Chiapas es un estado que requiere, que exige, un gobierno eficaz en el tratamiento y soluciones a los graves problemas de la entidad. La población de Chiapas está literalmente harta del saqueo de los políticos, de la violencia delincuencial, del desfile de los malísimos gobiernos que ha sufrido.
Chiapas estará muy presente porque además hablaré de dos exiliados ilustres que vivieron en tierra chiapaneca: el gran historiador Juan Antonio Ortega y Medina, quien vivió en Tapachula y de allí se trasladó a la Ciudad de México para terminar su formación académica y el profesor Andrés Fábregas Roca, quien pasó su vida enseñando a la juventud de Chiapas.
Difícilmente la Chiapanequidad salvará a Chiapas. Concuerdo con ello. Lo que puede salvar a Chiapas es un buen gobierno, eficaz en tomar decisiones encaminadas a disminuir-hasta dónde sea posible en los contextos actuales-la desigualdad social, a desterrar el racismo y toda suerte de discriminación.
Es una Tierra de humedad salada, de montañas selváticas y poderosos ríos. Es un paisaje que se transforma a la luz de la Luna que juega con los espacios prodigiosos del paisaje nocturno o del arrebol furioso.
Un documento oficial reconoce a las comunidades indígenas como sujetas de derecho y se acompaña de otras prerrogativas legales. Ante ello, la pregunta queda en pie: ¿Se ha terminado el colonialismo interno en México? ¿Qué opinan las propias comunidades indígenas?
Todos ellos y ellas forman parte de una extraordinaria generación de cineastas pertenecientes a alguno de los pueblos originarios de Chiapas. Por ellos, y por los estudiantes y académicos que forjaron a la Generación Pionera de la UNICH, vale mucho la pena la fundación de la Universidad Intercultural de Chiapas.
Inmensa es entonces la responsabilidad de llevar en el pecho dos medallas que honran la memoria de tan ilustres personajes. Mil gracias a los Ayuntamientos de Tuxtla Gutiérrez y de Chiapa de Corzo por ese privilegio.
Por Andrés Fábregas Puig. La primera vez que escuché la invitación a un “conversatorio” me encontraba en Guatemala. En esa ocasión, asistía a una invitación de mi recordada y querida amiga Walda Barrios-Klee para dictar un Seminario a colegas de nuestro país hermano. Fue Walda quien me dijo: “vamos al conversatorio con los colegas”. Le respondí que no tenía idea de qué era un conversatorio.