Inflación de reconocimientos y fiebre revisionista
A falta de títulos nobiliarios para repartir en nuestras sociedades contemporáneas parece que han sido sustituidos por reconocimientos de muy distinta naturaleza.
A falta de títulos nobiliarios para repartir en nuestras sociedades contemporáneas parece que han sido sustituidos por reconocimientos de muy distinta naturaleza.
El día de la Independencia de México, 16 de septiembre de este año, cumplí 30 años de vivir en México no implica recopilar anécdotas, o batallitas acumuladas en estos años, sino reflexionar brevemente, como procuro siempre, sobre la condición de emigrante.
Quienes escriben de manera regular saben a la perfección lo que significa enfrentarse al miedo, al pánico que ocasiona comenzar esa tarea. Es común tener la imagen, extendida a través de la gran y pequeña pantalla, de hombres y mujeres encarados a una hoja en blanco.
El viernes 27 de agosto, en un conversatorio con el novelista nicaragüense Sergio Ramírez organizado por el Centro de Investigaciones (CESMECA) de la UNICACH, el narrador recordó la influencia del cine en su obra.
Como anuncié en una colaboración previa, retomo la lectura de la autobiografía de Stefan Zweig, El mundo de ayer. Postrera publicación del autor austriaco y que vio la luz en 1942.
Si algo ha derribado la pandemia que vivimos y sufrimos es la posibilidad de efectuar planes; ese accionar que pretende controlar el futuro personal en todas las facetas. Vivir sin planes, sin proyectos marcados por una ruta para llevarlos a cabo, incluso con específica cronología, resultaría un drama en otras circunstancias ajenas al Covid-19, una auténtica frustración.
Este confinamiento pandémico ha ofrecido muchas cosas y no todas deben considerarse desagradables; entre las positivas incluyo el tiempo para ver o leer. En mi caso, y sin tenerlo previsto, prácticamente coincidió el ver y leer sobre un personaje histórico.
No es que sea devoto de la cantante Jennifer López, ni de las letras de sus canciones, pero a veces ciertos apócopes populares son muy pertinentes; este es el caso del pa’cuando expresado en forma de interrogante en una de sus últimas melodías.
El virus del Covid-19 no solo llegó como una pandemia mundial para llevarse vidas humanas, afectar a familiares y amigos, y trastocar la maltrecha economía de innumerables hogares chiapanecos.