
Mientras tanto
Regresó a sentarse, se colocó como si estuviera en casa y comenzó la lectura.
Regresó a sentarse, se colocó como si estuviera en casa y comenzó la lectura.
Julieta se percató del silencio que se formó, miró el espejo retrovisor y observó que los mellizos iban despiertos y atentos al paisaje, cada uno en su respectiva ventana, con el cristal hacia abajo.
El calor estaba más que sofocante, la época de vacaciones de Semana Santa había llegado y Catalina la esperaba con mucha emoción. Estaba feliz que no le habían dejado tarea en la preparatoria, así podría hacer un receso de sus actividades educativas en línea y disfrutar mejor el descanso.
Siguió su paso y se halló en la calle de los encuentros, así la había nombrado, le trajo a la mente la vez que le contó a su amigo Jerónimo que vivía en otro estado, que la vista de la ciudad era hermosa desde ahí, porque la calle estaba ubicada en lo alto y la ciudad se apreciaba muy bien. Y tiempo después habían recorrido juntos ese espacio.
Primavera, verano, otoño, invierno… Dentro de las estaciones del año que más me gustan está la primavera, haciendo memoria, desde la infancia me ha llamado mucho la atención.
La primavera al fin había llegado, los días soleados, los árboles reverdeciendo, algunos aún con el cambio de hojas. Los pájaros se percibían con gran algarabía, desde tempranito comenzaban a entonar sus bellos cantos.
Maribel decidió usar los tenis rojos, el recital era una ocasión especial, los tenis merecían ser usados y ella estrenarlos.
Sonia quiso darle un giro a la sugerencia de su profesor y decidió hacer el esfuerzo por recordar, al menos dos días, el anterior y el actual, ella se interesó en los paisajes observados.
Se sentó en una de las bancas, al tiempo que iba moderando su respiración para recuperar el aliento y seguir corriendo. Observó el árbol que le daba cobijo, era grande y con mucho follaje. De pronto, su mirada se detuvo en la jardinera de cemento que rodeaba al árbol.