La mafia del poder
Existe en el ambiente poselectoral de mucha gente una especie de desasosiego, de desánimo y de coraje con los resultados, sobre todo los del Estado de México. No es para menos, el terrible dinosaurio sigue ahí, agonizando, pero todavía pataleando. Pareciera que, hágase lo que se tenga que hacer, no basta para derrotar a este lastre de corrupción e impunidad que se llama PRI.