A cuatro años de su ausencia, Efra
Por supuesto que no. No vamos a caer en la frase sin sentido para decir ¨te extraño”. Chale, no. Lo que quiero decir es más simple, horrorosamente simple: escribo estas letras pensando en vos, porque tu aniversario es una especie de ritual para mí. Un recordatorio permanente de cómo hacemos las cosas más ordinarias, sin siquiera saber qué hacer con ellas pero, sobre todo, sin pensarlas como tales. Nuestra existencia simplemente fluye y ya. Suena aburrido y hasta cursi, pero es trascendental, y he ahí el aprendizaje de tu persona. Celebramos que hayas estado con nosotros el tiempo que estuviste. […]