Las puertas del infinito
Fernando Trejo: “Dice mi madre que días antes de su muerte,/ mi padre se levantó llorando./ Estaba por decirlo así: atorado en el sueño.”
Fernando Trejo: “Dice mi madre que días antes de su muerte,/ mi padre se levantó llorando./ Estaba por decirlo así: atorado en el sueño.”
Fernando Vallejo: “Ni más servidores públicos dándoselas de abnegados ciudadanos. El que cobra por servir no es servidor, es cobrador”
Fernando Vallejo: “Pienso, pienso, pienso en tanto de arriba me mira, temblorosa, la luna. ¿Qué me ves, estúpida?”
Fernando Vallejo: “¿No sabía el padre Tomasino que la filosofía no es ciencia? Es arte, exhibición. Se agota en sí misma como el chorro de agua o el amor”
Luis Daniel Pulido: “Nada se escapa de tu recuerdo […] Nada es ajeno a tus palabras […] Nada pasa sin ti […] Nada soy sin tus palabras […] Me paro frente al monte alto donde vivo,/ y el canto de los pájaros acompaña el grito donde te nombro”
Vlady: «Por lo demás, sé, por la mirada de la gente que trato, si han estado en Chiapas o no. No necesito preguntarte si estuviste en Chiapas… Uno mira de otra manera. Uno mira diciendo no me entenderías”
Elena Garro (en «Felipe Ángeles»): “Siempre fui el mismo y siempre combatí para oponerme a lo que ustedes están haciendo ahora: reducirnos al estado de tribu, con un sacerdote mágico a la cabeza, pronunciando fórmulas sin sentido dizque para remediar los males de su pueblo”
Bertolt Brecht: “¿Qué queda de los besos? Las heridas, en cambio, dejan cicatrices”
Jesús Ramírez-Bermúdez: “El amor al saber determina una manera de morir. Porque es, ante todo, una manera de morir, de ir hacia la muerte. Estar maduro para la muerte es el estado propio del filósofo”