Ciao, Roma (Dos y última)
Sueño. Mi hija maneja una camioneta que ya no tenemos. Por alta velocidad, nos detiene una agente de tránsito. Mi hija, después, le baja un poco, pero acelera nuevamente. Hay estacionado un coche rojo que no podemos evitar. Fuerte impacto. Lo arrastramos. Oigo un grito de hombre y luego quejas sin fuerza. Mi hija se detiene. Sé que el hombre está muerto. Silencio. Pasa por mi mente la imagen de mi hija en la cárcel.