El hueso impar
Wilber Sánchez Ortiz: “Mis hermanos y yo somos mestizos que, labrados por generaciones, vivimos en el campo, pero no somos campesinos y en la ciudad tampoco somos citadinos. Vaya absurdo”
Wilber Sánchez Ortiz: “Mis hermanos y yo somos mestizos que, labrados por generaciones, vivimos en el campo, pero no somos campesinos y en la ciudad tampoco somos citadinos. Vaya absurdo”
Pablo Neruda: “Cuando todos los días me mataban/ me acostumbré a nacer, y por supuesto,/ este es mi oficio, y no tiene importancia”
Jacobo Grinberg: «No nos relacionamos con el mundo, sino más bien somos el mundo”
Witold Gombrowicz: «En una sociedad normal a cada artista le amenaza su mayor enemigo: el deseo de gustar»
Witold Gombrowicz: “Mi literatura tiene que seguir siendo lo que es. Sobre todo, no debe entrar en los juegos de la política y no debe querer servirle. Yo ejerzo una única política: la mía. Soy un Estado aparte”
Witold Gombrowicz: «El escritor no escribe con ningún misterioso ‘talento’, sino… consigo mismo. Es decir, escribe con su sensibilidad e inteligencia, con su corazón y su mente, con todo su desarrollo espiritual y esa tensión, esa constante excitación del espíritu de la que decía Cicerón que es la esencia de toda retórica»
Adorno: “Quien hoy elija por oficio el trabajo filosófico, ha de renunciar desde el comienzo mismo a la ilusión con que antes arrancaban los proyectos filosóficos: de que sería posible aferrar la totalidad de lo real por la fuerza del pensamiento”
La novela, contada en 41 fragmentos, aunque se ocupa de la vida de muchas y muchos, centra su atención en las contradicciones sociales que hacen que un amor, una amistad y las relaciones sexuales estén permitidas en algunos casos y prohibidas en otros…
Ser estúpido y tener un trabajo, esa es la felicidad: Gottfried Benn