Por mis manos escupe la poesía su espumarajo negro
HCM: «Un Virgilio impío ha llevado al poeta justo al centro del dolor, del sufrimiento, del infierno, y desde allí él nos muestra su corazón lleno de púas, sangrante, crepitando, aullando –y paradójicamente danzando, cantando– en la llama iracunda del rencor vivo»