Roberto Tondopó y nuestros nuevos recuerdos
Sí recuerdo a los parachicos que pasaban frente a la calle empedrada de la casa de la abuela, pero más recuerdo el sillón cubierto por un plástico amarillento donde me sentaba para ver la televisión, de esas teles que para cambiarle tenías que levantarte y moverle a la perilla. Recuerdo el automóvil Rambler de mi tío, carros para toda la vida no porque fueran excelentes sino que nadie que sea propietario de uno puede venderlo jamás. También recuerdo los santitos y unos portavasos tejidos, unos cisnes de florero, unas cortinas de colores psicodélicos. La verdad es que cierta generación de chiapanecos recordamos […]