Los agravios magisteriales
Los maestros sí pueden violar la Constitución y las leyes. Pueden agraviar a los ciudadanos, insultarlos, vejarlos y agredirlos sistemáticamente. Específicamente a los periodistas, a los profesionales de la pluma y, a los que llaman prensa vendida, sin que hasta ahora ninguna autoridad ni gobierno los someta al orden legal como al resto de la población. Escudados en sus luchas laborales, en su casi albismo salvífico recalcitrante, los maestros se erigieron en censores y jueces irrespetuosos e intolerantes, tanto como el gobierno que dicen criticar y combatir, y al que ahora se asemejan al imponer y someter sin alternativas de […]