A Gumaro Díaz López, mi segundo padre. Por increíble que parezca, amigos, yo conocí a Fidel, al Che y a Camilo Cienfuegos, a Juan Almeida, a Huber Matos, a Raúl Castro y a Aydeé Santamaría, aquí, en Tuxtla Gutiérrez, entre 1972 y 1973. Apenas cumplía yo doce años e iniciaba la Secundaria en el Colegio La Salle. Estaba semi-internado en el Seminario Diocesano Santa María de Guadalupe, hoy Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Chiapas, ubicado donde siempre, sobre la última calle de la colonia El Retiro, esquina de Perú y Uruguay 500. Probablemente era finales de 1972, luego del […]
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