Políticos cínicos, ¿ciudadanos condescendientes?
La gente «acepta» que «los políticos roben», es un valor entendido para ellos, pero lo que sí les harta y les indigna es que se lo roben todo sin hacer nada, que sean tan descarados y tan atascados.
La gente «acepta» que «los políticos roben», es un valor entendido para ellos, pero lo que sí les harta y les indigna es que se lo roben todo sin hacer nada, que sean tan descarados y tan atascados.
Votemos o no votemos este año, los partidos políticos en todo el país se van a gastar (o embolsar) hasta el último centavo de los 5,356 millones de pesos que les van a repartir a nuestras costillas. A lo mejor estaríamos gustosos de pagarlos si con todo ese dinero estuviéramos construyendo instituciones políticas respetables enfocadas a consolidar una democracia de a de veras y no a patrocinar a vividores de la simulación.
Tiempo es y seguirá siendo un medio de todos, por eso el rescate y restauración del archivo histórico del periódico por parte del Programa Universitario de Diversidad Cultural e Interculturalidad de la UNAM, que se presenta este viernes 6 de febrero en la Ciudad de México constituye en sí un patrimonio histórico de una parte de la historia de este país que se explica a través de sus páginas ahora al alcance de todos.
Ningún gobierno va a cambiar así nomás, ningún político va a renunciar a sus privilegios sólo por que sí, ningún funcionario va a rendir cuentas si no se las pedimos; si es el hartazgo social ante la falta de sensibilidad de la clase política lo que está moviendo a México, bienvenido sea, porque a este país no lo están cambiando los políticos, lo estamos cambiando los ciudadanos.