El Tren Maya y la resistencia en tiempos de pandemia

El Tren Maya y la resistencia en tiempos de pandemia

El presidente Andrés Manuel López Obrador dará el banderazo de salida a la construcción del tren en Cancún, cuyo modelo de turismo cumple 50 años. El proyecto no es nuevo. Las comunidades indígenas germinan la defensa del territorio desde distintas trincheras

Texto: Daliri Oropeza de Pie de Página

Foto: Heriberto Paredes/Archivo

Sin el turismo, comenzó el retorno a las comunidades. Más de 70 mil personas quedaron sin empleo en Cancún por la emergencia de la pandemia de covid-19. Ahora que esta ciudad turística en la playa cumplió 50 años de ser un modelo de turismo, el indicador de visitantes cayó al 3 por ciento, lo más bajo desde su inauguración. Empleadas y trabajadores, muchos de ellos indígenas mayas o de los pueblos del sureste, regresaron a sus comunidades. Los hoteles y lujosos complejos hoteleros los despidieron.

A la salida de esta urbe, en el crucero de la autopista Cancún-Mérida que va a Holbox, el presidente Andrés Manuel López Obrador da el banderazo de arranque de la construcción del mega proyecto del Tren Maya.

“Estas grandes empresas que durante décadas han explotado a los trabajadores y se han enriquecido con el trabajo del pueblo, con el nombre, con el territorio y riquezas naturales, no tuvieron la voluntad, no quisieron mantener las plantas de trabajadores en la pandemia. Son desechables. Pues ahora en el regreso la van a volver a contratar”, describe Ángel Sulub habitante de Felipe Carrillo Puerto, el municipio con mayor número de habitantes mayas.

Asegura que las comunidades de su región se han protegido y por eso hay menos contagios que en las urbes. Le preocupa la reactivación de las actividades y la gira del presidente. La movilización que provoca en las comunidades donde no hay contagios, el ir y regresar de trabajar Cancún, los pone en peligro. La megalópolis turística es el lugar con más muertes por covid en Quintana Roo: 255 casos.

Banderazo desde la capital nacional del turismo

“Se aprovechan de la necesidad que se vive de las comunidades para continuar la explotación laboral, cuando se habla de la reactivación económica es la reactivación la explotación. Con esa lógica ven el proyecto”, asegura Sulub, joven maya que además es integrante del Centro Comunitario U kúuchil k ch’i’ibalo’on -Raxalaj Mayab’-.

Es simbólico que el presidente AMLO de el banderazo en Cancún.  Habitantes de Yucatán y Quintana Roo que integran comunidades y colectivos hablan de lo significativo que es.

De acuerdo con el antropólogo e historiador maya, Ezer May, el presidente se aprovecha de la indefensión de los pueblos.

“Ante la emergencia, estamos cuidando la salud de los abuelos, de la comunidad, es un cuidado colectivo, es difícil que podamos enfocar en realizar protestas, asambleas, justo con la pandemia. El gobierno aprovecha el poder que tiene para hacerlo”, afirma Ezer May, originario del pueblo maya de Kimbilá, por donde pasa el trazo del tren y hay una estación proyectada.

Por su seguridad, integrantes del colectivo Puerto Morelos Sustentable prefieren permanecer anónimos en la entrevista. Donde habitan es uno de los tres destinos turísticos más visitados de la región. Está a menos de una hora de Cancún y queda de paso para llegar a Playa del Carmen con rumbo a Tulúm. Son conscientes de la contaminación y los daños a la naturaleza que la industria turística provoca. Ellos han declarado abiertamente que el modelo de turismo en esta región ha sido un fracaso por la devastación ambiental y social.

“Es simbólico porque demuestra que no es un tren para la vida, sino un tren que busca exportar el modelo de turismo masivo a toda la península a través del tren. ¿Queremos exportarlo a toda la península? Está súper grave, nuestro diagnóstico es negativo, también son su visita en esta pandemia”, afirma un integrante del colectivo Puerto Morelos Sustentable.

Aunque las comunidades mayas se cerraron ante la emergencia del covid 19, las personas entrevistadas aseguran que hay una continuidad de las actividades legales y organizativas para enfrentar el Tren. Con ellas están forjando alianzas que les permitirán, más allá de los calendarios del poder, defender su territorio del megaproyecto. Además ya urden una estrategia legal conjunta entre los tres estados.

Cancún, el nido de las serpientes

Cancún tiene por lo menos 1,287 contagios y 255  muertes por covid-19. Es el foco rojo de Quintana Roo.

Cancún ocupa un lugar privilegiado en el mapa de los modernos enclaves urbanísticos de la globalización. Significa “nido de serpientes” en lengua maya. Nació por decisión gubernamental hace 50 años. En poco tiempo se convirtió en un impresionante nido de negocios de constructores, políticos y cadenas turísticas trasnacionales que precipitaron un núcleo urbano de 700 mil habitantes en un inicio. La urbe creció exponencialmente y arrojó a los trabajadores mayas a las periferias de los centros turísticos de lujo. Es el principal destino turístico del Caribe mexicano. Ha anidado hasta la mitad de lo que ingresa de dinero por turismo al país. Las personas que vuelven a sus comunidades muchas veces expresan que ya no quieren regresar pues se ha vuelto un lugar muy inseguro.

“Con el modelo de desarrollo,  las personas creen que la ciudad te da un estatus distinto. Se está modificando porque la gente que regresa de Cancún, ya vieron la violencia, la inseguridad y el trabajo de servidumbre. Ese sector que regresa es una arma de doble filo respecto al tren. Creen puede ser como en Cancún la ganancia pero con seguridad, pues aquí todavía la vivimos. Tienen esa idea, noción, visión porque con esos trabajos se compraron su coche o construyeron su casa”, asegura Ezer May quien describe que en su comunidad se comunican en la fila del nixtamal, en las plazas o en los mercados.

Quintana Roo fue denominado “Capital del turismo” debido a Cancún. Una isla que estaba desierta, separada de tierra firme por estrechos canales que unían la mar con varias lagunas, ubicada en una ribera rodeada de selva virgen. Estas playas fueron convertidas en el polo de atracción turístico más importante del país.

Arrojados, despedidos

Este lugar de “derrama económica” despidió a  por lo menos 70 mil  trabajadores de acuerdo con la cifra de la alcaldía. Quintana Roo en total registra 86 mil 304 puestos perdidos, de acuerdo con el IMSS (sin contar los 120 mil empleos perdidos que contabiliza la industria de la construcción con trabajos sin registro en el seguro). Angel Sulub lo ve como un nuevo colonialismo, describe desde Carrillo Puerto:

“El presidente usa de pretexto la creación de empleos que traería el tren, los empleos que traería el tren. Pero son los mismos empleos temporales que ya hay: precarios, que no tienen nada que ver con empleos dignos para la comunidad… Y luego iniciar en estos momentos, ¡es la salud de los trabajadores!; hay preocupación en la comunidad  porque ahora que se reactivan las actividades turísticas, va haber mayor movilidad. Eso no quita que continúe la oposición al tren”.

La alcaldía de Benito Juárez en Quintana Roo calcula mil millones de dólares equiparadas en asientos de avión que no llegaron a sus arcas. El poco turismo por la pandemia en el famoso periodo vacacional gringo llamado “descanso de primavera” o springbreak dejó, de 36 mil habitaciones que tiene el sector hotelero, 700 cuartos ocupados.

“Al presidente se le está haciendo todo fácil, porque ese modelo económico basado en el turismo ya lo internalizaron muchas personas. Por el modelo de Cancún piensan que el turismo es la única vía de ganar dinero. Eso lo instauró el modelo neoliberal. Pensar que van a sacar más provecho de eso, ese imaginario lo están aprovechando muy bien”, asegura Ezer May.

Pareciera en vez de tren, una anaconda disfrazada de serpiente emplumada.

Cronología del germen de la resistencia

De acuerdo con historiadores mayas de la región, la parte norte de la península ha sido mayormente habitada por los mayas en distintos momentos durante los últimos 3 mil años. En esa zona se concentran los megaproyectos: plantas generadoras de energía eólica, granjas de puercos, y turismo.

El proyecto de tren ya tiene tiempo y las comunidades ya habían defendido su territorio.

Durante la gestión de la priista Ivonne Ortega como gobernadora de Yucatán intentó realizar el Tren Rápido Transpeninsular respaldada por Calderón, aunque en 2011 la SCT decretó que era un proyecto económicamente inviable.

En 2012, con el gobernador priísta Rolando Zapata Bello, el expresidente Enrique Peña Nieto inauguró su proyecto de Tren Transpeninsular en 2012 y hasta hizo una gira para ello. Para el 2015 fue cancelado. Este tuvo la misma intensión de AMLO: unir con un tren la región de la península con el istmo y conectar el tránsito entre refinerías. Es hasta que lo propone AMLO que adquiere el nombre de Tren Maya.

Resistencia legal

En el transcurso de su gobierno, estas son las acciones que se han presentado en defensa de la tierra y la vida por el megaproyecto:

El primer amparo fue presentado 6 enero este 2020 por el Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (Cripx) con el apoyo de Diálogo y Movimiento A.C. (DIMO). Obtuvo una suspensión, primero provisional, luego definitiva. Fonatur metió una queja lo cual limitó el acuerdo al lugar de los quejosos aunque lo metieran por toda la península: Calakmul.

En estos procesos legales, también hay varias quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

A principios de 2019, promotores de derechos humanos y la Diócesis de San Cristóbal de las Casas recabaron más de 6 mil firmas en contra de los megaproyectos y el Tren Maya. Las presentaron ante la OIT y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La primera semana de mayo, miembros del pueblo maya Ch’ol presentaron una demanda de amparo y una juez federal ordenó detener la construcción del “Tren Maya” en los municipios de Palenque, Salto de Agua y Ocosingo, Chiapas. Esto, debido a que continuar los trabajos durante la pandemia de covid-19 pone en riesgo a la población. El gobierno respondió que no se detendrán los trabajos.

Por su parte, la segunda semana de mayo, la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíinbal donde participa el defensor maya Pedro Uc, junto con el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares para proteger el acuífero subterráneo de la Península de Yucatán. Consideran que el megaproyecto “Tren Maya” ocasionará daños irreversibles.

El agua oculta

El acuífero de toda la península es un sistema de cenotes interconectados por el subsuelo que vuelven única esta región donde no hay lagos ni ríos.

Una semana antes del confinamiento, a principios de marzo del 2020 hubo una Asamblea Peninsular Socioambiental en Puerto Morelos, donde el tema central de fue el acuífero y el agua.

Hay un antecedente importante en 2018 , con la Asamblea Nacional en Defensa del Maíz, en Hopelchen donde se habló de las repercusiones del Tren maya en el territorio y en la siembra.

De manera peninsular, los pueblos y organizaciones que participan en el Congreso Nacional Indígena, se han reunido en Xpujil, Hopelchen y Mérida para analizar el tren y articular la construcción de una defensa colectiva en red. Se reúnen de manera permanente.

Solo en Carrillo Puerto, en 2019, hubieron 5 asambleas generales para darle forma a la defensa del territorio e informar a las comunidades sobre el tren y su impacto en la región.

Antecedentes de despojo

A finales 2019 en Tikul, se efectuó una importante asamblea donde estuvo presente Marichuy. Allí se emitió un pronunciamiento en contra del tren. Las comunidades explicaron los problemas que enfrentan por las eólicas, parques industriales, el despojo de granjas de puercos. Concluyeron que la construcción del tren agudizará todos sus problemas.

“Si estamos a favor de la vida, necesariamente vamos en contra de megaproyectos que vienen a afectar la vida, en cada una de las asambleas en comunidades y peninsulares hay postura de rechazo con el tren. Al final el proyecto del tren se conecta con el transístmico. Por eso tratan de invisibilizar es que existe una resistencia”, asegura Ángel Sulub, integrante del Centro Comunitario U kúuchil k ch’i’ibalo’on .

No es casualidad que el presidente, junto con el Tren Maya, haga una supervisión de los trabajos del transístmico en Sayula de Alemán.

De acuerdo con organizaciones, colectivos y comunidades consultadas, el periodo de la pandemia sirve para retejer alianzas y fortalecer la estrategia legal entre los tres estados.

El historiador Ezer May describe que con las eólicas, la resistencia nació cuando ya se dieron cuenta del daño que hicieron las empresas a la naturaleza y las promesas incumplidas. El cree que esto puede pasar con el proyecto de la 4T.

Desde su postura de historiador, Ezer recuerda: “El modo de asambleas  se borró completamente noroeste [del estado]. Es histórico, se borró sobre todo en la zona henequenera, por eso hay un esfuerzo de lo que encubrió el ejido, apenas está gestándose esa conciencia. Ya hay germen de la resistencia”.

A pesar de la enorme presencia maya que hay en la península, la forma de tenencia de la tierra es el ejido, y esta forma deja fuera de su toma de decisiones a gran cantidad de personas, como jóvenes mujeres, ancianos y deja todo en manos de autoridades ejidales.

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