Baja el flujo de migrantes en la ruta del tren del Itsmo

Cocinas económicas, cerradas por falta de clientes en Arriaga. Foto: Elizabeth Ruiz

El flujo de migrantes en el corredor del Soconusco parece jaber mermado con los operativos de los cuerpos policiacos federales y la nueva disposición de acelerar la velocidad de la locomotora para evitar se suban los Centroamericanos, aunque esto podría ocasionar que estén tomando otras rutas para buscar el sueño americano.

Tras un recorrido en la ciudad de Arriaga, donde en meses pasados, al menos cada tres días partía el tren con unos 700 y hasta mil migrantes sobre sus vagones, el lunes por la mañana el número no superó los más de 150 migrantes.

La baja del flujo migratorio ha empezado a resentirse en negocios y comercios que se ubican en las vías del tren. Los hoteles lucen solitarios y sin migrantes hospedados. Los vendedores ambulantes que acosan a los migrantes con agua, refrescos, gorras, cartones y tortas se quejan de que la venta cayó en más del 90 por ciento.

En el albergue de migrantes Casa Hogar de la Misericordia, Carlos Bartolo Solís señala que si bien ha bajado no dejan de llegar quienes buscan comida, un baño o un espacio para pdoer dormir y descansar, aunque la comida se le acaba y ha empezado una campaña para pedir ayuda a la sociedad civil.

El grupo Beta de Protección a Migrantes se mueve en la zona, vigila el andar de algunos migrantes que han decidido ser repatriados.

Don José Ruiz, el panteonero del camposanto donde a veces se refugian los migrantes para esperar el tren, dice que ya son pocos los que están utilizando el tren para buscar la frontera norte. Señala que ahora son otras rutas las que buscan, estas con más riesgos y peligro de muerte.

Según un agente del Instituto Nacional de Migración (INM) que patrulla la zona, transportar migrantes vía terrestre, ya no es delito ahora con la nueva “ley humanitaria”, el delito ahora se configura cuando se comprueba que el guía cobró por el traslado o bien cuando hay documentos falsos de por medio.

Tras la disminución de centroamericanos en el corredor de la Costa de Chiapas, algunas otras rutas que siguen ahora los migrantes pasa por la zona centro del estado, ingresan por la región de la Sierra Madre de Chiapas, luego toman lancha en la presa de La Angostura, pasan por Tuxtla y toman la autopista hacia Coatzacoalcos, Veracruz.

La otra ruta es en la zona norte del estado, para ser precisos en el vértice de Chiapas con Tabasco y Campeche, donde ingresan para tomar la ruta del Golfo de México.

Algunas organizaciones de la sociedad civil como el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova y Ordoñez han denunciado que las restricciones para evitar que aborden el tren sólo ha traído el encarecimiento de la cuota entre los polleros y que muchos tomen rutas más riesgosas para la vida misma del migrante.